Dificultades de Lubricación

La falta de lubricación o de “preparación” de la mujer es uno de los motivos más frecuentes para asistir a la consulta de psicología y/o sexología.

Es importante aclarar que este punto debería de preocuparles tanto al hombre como a la mujer, pues sin un canal vaginal lubricado, la penetración no debería de ocurrir ya que sería dolorosa. Es decir, ninguno de los dos disfrutaría del momento de penetración. Es vital que los hombres no intenten penetrar si no notan lubricada la vagina, no sólo por el dolor que experimentará la mujer, lo cual ya sería suficiente, sino porque una vagina seca normalmente habla de una mente no erotizada, y eso indica que la mujer no está conectada con la experiencia erótica. Ese es el momento en el que el hombre puede pedirle a la mujer que piense en cosas relacionadas con el placer y él ayudarla a sentir por todo su cuerpo las sensaciones placenteras de las caricias.

Las zonas erógenas son el principal activador de sensaciones placenteras que favorecen la concentración erótica, necesaria para la lubricación femenina. Es importante conocer cuáles son esas zonas erógenas y estimularlas correctamente. Si no sabes cuáles son, pregúntale a tu pareja y ensaya para brindarle placer. No se trata de una receta de cocina, sino de la estimulación de puntos claves, que, acompañados de un pensamiento erótico de la mujer, conseguirán una adecuada lubricación y preparación para la penetración. No te desesperes, a veces toma tiempo.

Procura que la no lubricación se convierta en curiosidad sobre cómo actúa el erotismo de tu pareja y no en frustración y distancia.

En el caso de la mujer que no lubrica, intenta sentir, sólo sentir. Usa tu pensamiento para pensar en lo agradable que son esas caricias y relátate cuán excitada te pone la forma de ser acariciada por tu pareja. Y si no es agradable, guíalo amablemente para que ambos consigan su objetivo.

De requerir apoyo para la lubricación femenina, pueden asistir con un especialista.