Uno de los mayores descontentos en las relaciones de pareja es la falta de picante en la relación. Muchos hombres y mujeres malinterpretan esta necesidad, pensando que se debe tener sexo de forma más frecuente, cuando en realidad la falta de picante no permite que las relaciones sexuales que tengan, sean pocas o muchas, se disfruten a plenitud. Da igual tener sexo 5 veces a la semana, si ese encuentro se hace desde la rutina y la falta de comunicación erótica. Eso sería como tener sexo por tenerlo.
La falta de picante en la cama hace alusión a la falta de chispa en la relación, incluso con la ropa puesta. Y a veces se cree que para recuperarla hay que hacer grandes esfuerzos económicos para salir de la ciudad y refrescar las mentes, o comprar juguetes sexuales que serán la salvación para esta crisis erótica. Pero realmente nada de esto funciona sin un trabajo individual: el cambio de actitud.
Cuestiónate, ¿por qué tienes sexo?, ¿qué es lo que más te gusta de tener sexo con tu pareja?, ¿desde cuándo no exploras tus fantasías sexuales?, ¿recuerdas cuáles son tus zonas erógenas?, ¿desde cuándo no tienes una conversaciones altamente excitante con tu pareja?, ¿han visto alguna película juntos recientemente en donde haya habido pasión?, ¿se besan apasionadamente?, ¿desde cuándo no te masturbas?
Con “cambio de actitud” me refiero a ser más activos y buscar lo que nos complace en la cama y aprender a pedirlo. Porque si enfocamos el sexo como “a lo mejor mi pareja no quiere sexo hoy o ya no me desea”, jugaremos al fracaso anticipado. Conéctate con lo quieres sentir hoy, díselo o escríbeselo, mírate en el espejo y sedúcete, acaríciate, perfúmate y acércate con actitud sensual y persuasiva; sin pensamientos negativos, sólo tu pareja, tus deseos y tú. Verás cómo mejora el acercamiento. Dile que no piense, que sólo sienta las caricias. Háblense “sucio” e intenten recordar momentos eróticos intensos del pasado.
¿Ven? No necesitan invertir dinero. Sólo necesitan invertir espacio en los pensamientos para llenarlos de pasión y de deseos…y listo, a ejecutarlos. Primero excítense y luego a excitar a la pareja.