La terapia de pareja es el proceso mediante el cual, un terapeuta especializado en psicología y con formación académica y experiencia en el trabajo con parejas, junto a una pareja que presenta síntomas de malestar, inician un camino que tiene como fin último deseado: la reconciliación.
Existen muchos tipos de terapeutas de pareja y se diferencian por su metodología de trabajo. Todos llegan al mismo fin, el bienestar de la pareja, pero cada uno con su método. Es importante que ustedes conozcan el método de trabajo del terapeuta en la primera sesión para que analicen si es un estilo que va con ustedes. Esa conexión inicial es vital para que el trabajo funcione.
Otro aspecto a tomar en cuenta es la frecuencia de las consultas. No es recomendable que pasen más de un mes sin atenderse con el terapeuta, pues no sólo se diluyen los objetivos de la terapia, sino que los pequeños avances dejan de ser visibles. Al inicio, se recomiendan sesiones semanales o quincenales. Sólo cuando la pareja ha avanzado considerablemente en el proceso terapéutico, es que se recomienda hacer sesiones mensuales o bimensuales para hacer seguimiento.
Adicionalmente, es posible que el motivo de la consulta cambie con el tiempo. Al principio, ustedes podrían asistir por problemas de comunicación y luego entender que hubo un hecho infiel que requiere de convertirse en el foco de la terapia. Por lo que es importante que cuenten todo lo que les incomoda para que los objetivos terapéuticos queden claros.
Si están presentando dificultades importantes en la relación de pareja, pidan cita con un especialista para poder iniciar el proceso cuanto antes. No esperen demasiado porque a veces, cuando el sentimiento deja de ser importante, es demasiado tarde.
Lo que siempre le digo a mis pacientes: “las claves de toda terapia son la constancia, la convicción y la reflexión”.
También les comento a mis pacientes, que no todas las terapias de pareja terminan en la reconciliación. Muchas de ellas, lamentablemente, pero por el bien de ambos, terminan en una ruptura guiada por el terapeuta, quien intentará que lo manejen de la forma más sana posible. A veces, se llega demasiado tarde a terapia y/o los individuos no cuentan con la apertura para realizar cambios en sus comportamientos en pareja. La separación muchas veces es la mejor salida cuando el sufrimiento es constante e intenso.
Sea cual sea el destino de la pareja, es preferible contar con el apoyo de profesionales de la salud, para orientarlos en el proceso de forma correcta y cuidadosa.