Tiempo para la Pareja

La rutina forma parte inevitable y necesaria de la vida en pareja. Sin ella, la incertidumbre y la toma de decisiones constantes nos invadirían y no nos dejarían tiempo para los temas realmente importantes. Saber que tenemos que levantarnos a una hora específica, cepillarnos los dientes, lavarnos el rostro, vestirnos de forma más o menos similar a lo usual, desayunar lo que siempre nos gusta, salir al trabajo y tomar la ruta más frecuente, entre muchas otras rutinas diarias, nos permiten “tener cabeza” para planificar una cena romántica, tomar decisiones económicas importantes, planificar algún viaje, utilizar la creatividad para encontrar opciones de crecimiento en el camino. No cabe duda: las rutinas son necesarias.

A pesar de ser inevitables y necesarias siempre deberían de acompañarse de momentos de pareja sin rutina. Allí surge el conflicto: qué debo hacer para oxigenar la relación.

Me gusta hablar de dos estadios: (1) Estadio personal: línea de pensamiento que cada uno tiene sobre lo que estamos viviendo, es decir, lo que interpretamos de las situaciones. (2) Estadio relacional: en donde lo importante es aquello que se comparte entre dos personas.

Una buena forma de combatir la rutina, necesita de ambos estadios: una buena conversación -no usual- entre ambos mientras hacen el desayuno + la interpretación mental de esta conversación como algo agradable que acaban de hacer. Es decir, no basta con la actividad en sí, sino que es necesaria la evaluación mental de dicha actividad. Si me como un caramelo sin ser consciente de que me estoy comiendo el caramelo, el caramelo tendrá poco o ningún impacto positivo en mí. Mientras que si soy consciente de que me estoy comiendo un rico caramelo y me conecto con el sabor unos segundos, probablemente el efecto será mucho más positivo. Eso mismo pasa con las relaciones de pareja, si a una simple conversación le doy la interpretación mental de que se trató de una gran conversación, su efecto será más positivo.

Ahora bien, les sugiero mantener estas 4 reglas:

1-Mínimo una salida, no necesariamente costosa, a la semana. Y tomarse de la mano la mayor parte del tiempo de esa salida.

2-Una conversación profunda cara a cara, al menos, una vez a la semana.

3-Dos veces a la semana, regalarse risas intensas en pareja. Piensen en películas de comedia, videos graciosos en internet, juego de cosquillas, cuentos sobre vivencias personales, etc.

4-Al menos una relación sexual intensa a la semana. Mírense profundamente y conversen eróticamente.